La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha anunciado que no ha identificado áreas de preocupación críticas en la evaluación del impacto del glifosato en la salud de las personas, los animales y el medio ambiente. Una preocupación se define como crítica cuando afecta a todos los usos propuestos de la sustancia activa objeto de evaluación (por ejemplo, usos previos a la siembra, usos posteriores a la cosecha, etc.), impidiendo su renovación o aprobación.
En 2022, la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA) llevó a cabo una evaluación del peligro del glifosato y concluyó que no cumplía los criterios científicos para ser clasificado como sustancia carcinógena, mutágena o tóxica para la reproducción. La EFSA ha utilizado la clasificación de peligros de la ECHA a efectos de la evaluación de riesgos de la UE sobre el glifosato.
En los casos en que se detectan lagunas en los datos se notifican en las conclusiones de la EFSA como cuestiones que no han podido concluirse o como cuestiones pendientes. La Comisión Europea y los Estados miembros tendrán en cuenta estas lagunas en la siguiente fase del proceso de renovación de la sustancia activa, cuya autorización expira el 15 de diciembre de 2023.
Entre las cuestiones que no han podido concluirse figuran la evaluación de una de las impurezas del glifosato, la evaluación del riesgo alimentario para los consumidores y la evaluación de los riesgos para las plantas acuáticas.
Entre las cuestiones pendientes se incluye, entre otras, la falta de información sobre la toxicidad de uno de los componentes presentes en la formulación del plaguicida a base de glifosato sometida a evaluación, que es necesaria para concluir la evaluación del riesgo de la formulación para usos representativos. Para esta formulación no hay indicaciones de toxicidad aguda o genotoxicidad.
Respecto a la biodiversidad, los expertos han reconocido que los riesgos asociados a los usos representativos del glifosato son complejos y dependen de múltiples factores. Los expertos también han señalado la falta de metodologías armonizadas y de objetivos de protección específicos acordados. En general, la información disponible no permite extraer conclusiones firmes sobre este aspecto de la evaluación del riesgo y los gestores del riesgo pueden considerar medidas de mitigación.
Con respecto a la ecotoxicología, el conjunto de datos ha permitido adoptar un enfoque conservador en la evaluación de riesgos, la cual ha identificado un alto riesgo a largo plazo para mamíferos en 12 de los 23 usos propuestos del glifosato.
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