El proyecto europeo Listadapt estudia los mecanismos de adaptación de las cepas de Listeria a su entorno. Se trata de una bacteria que incluye numerosas cepas que no viven en los mismos ambientes: determinadas cepas están presentes en los alimentos pero no en los animales o en el medio natural, y viceversa. Por eso, es muy importante llegar a conocer sus mecanismos de adaptación ya que de este modo se podría saber qué cepas son susceptibles de proliferar cuando están en contacto con los alimentos y cuáles pueden ser, por ejemplo, resistentes a un desinfectante o uno antibiótico.
Dentro del proyecto europeo se han recogido 1.485 nuevas cepas de Listeria monocytogenes. Cepas que cubren toda la diversidad de Listeria monocytogenes, que tienen orígenes variados y pertenecen a 80 familias clonales.
Por el momento se ha descubierto que ciertas cepas extraídas de los alimentos pueden sobrevivir al suelo y otros no, aunque pertenezcan a la misma familia clonal. También se ha estudiado la capacidad de las bacterias para formar biofilms, adherirse a superficies y resistir desinfectantes y antibióticos. También aquí se observó una gran variabilidad dentro de la misma familia clonal.
Las diferencias en la adaptabilidad de las cepas podrían provenir del efecto acumulado de pequeñas variaciones genéticas.
El proyecto ha mejorado el conocimiento científico sobre la ecología de las bacterias al conocer la adaptación, evolución y composición genética de cepas que tienen éxito en algunos nichos ambientales y no en otros.
Por último, de este proyecto han surgido las nuevas pruebas diagnósticas destinadas a identificar cepas en reservorios de alimentos y animales. Estas nuevas pruebas deberían convertirse en herramientas clave para mejorar el sistema de vigilancia, para ayudar a la industria alimentaria a mejorar la seguridad alimentaria y pueden tener un impacto económico importante y un beneficio importante para la sociedad.