El síndrome o depresión postvacacional no es una enfermedad sino más bien un trastorno adaptativo de vuelta al trabajo después de un período de vacaciones. Este síndrome puede manifestarse de diversas maneras, las más habituales son: sensación de falta de energía y de motivación, excesiva tristeza, falta de concentración, irritabilidad e incluso alteración del sueño o ansiedad.
Normalmente el síndrome postvacacional dura entre 2 y 3 días, aunque en algunas situaciones se alarga hasta unas tres semanas.
¿Qué se puede hacer para evitar que este síndrome nos amargue más la vuelta al trabajo? No es tarea fácil y no existe una solución única para todos los trabajadores, ya que cada individuo le afecta de distinta manera. De todas formas sí que existen ciertas recomendaciones que os exponemos a continuación:
- Volver de vacaciones y recuperar la rutina unos días antes de empezar a trabajar para así ir habituándonos al ritmo normal.
- Hacer deporte
- Evitar el tabaco y la cafeína.
- Tener una actitud positiva
- No dejar de lado completamente el ocio diario.
- Dormir más horas de las que se realizaría habitualmente durante los primeros días de reincorporación.
- Planificar bien las tareas y no dejarse llevar por la ansiedad por recuperar todo lo que haya quedado retrasado.
- Relativizar, ser optimistas y no obsesionarnos con las cosas.
Sin embargo, si notamos que los síntomas se alargan más de dos o tres semanas sería recomendable acudir al médico. En ocasiones, personas con predisposición a la depresión pueden sufrir crisis después de unas largas vacaciones.