El Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST) ha publicado una guía de “Buenas prácticas para el almacenamiento de productos químicos peligrosos” en el que se incluye conocimiento actualizado sobre cómo gestionar los riesgos para la seguridad y la salud asociados con los almacenamientos de agentes químicos (APQ) peligrosos en el puesto de trabajo, incluyendo las actividades de almacenamiento, manipulación y transporte.
El objetivo de esta guía es servir de orientación en el proceso de evaluación de los riesgos ligados a los APQ, en la adopción de medidas preventivas y, en definitiva, en la gestión de dichos riesgos.
¿Pero qué son los agentes químicos?
A nivel normativo, el artículo 2 del Real decreto 374/2001 define agente químico peligroso como: “agente químico que puede representar un riesgo para la seguridad y salud de los trabajadores debido a sus propiedades fsicoquímicas, químicas o toxicológicas y de la cómo se utiliza o se encuentra presente en el puesto de trabajo”. Los agentes químicos pueden estar presentes en estado sólido, líquido o gas.
La importancia de almacenar de forma segura los productos químicos peligrosos
Los productos químicos, aunque no se utilicen, por el simple hecho de estar almacenados pueden constituir un riesgo. Por ejemplo, las sustancias inflamables y oxidantes pueden causar o agravar un incendio, y las corrosivas pueden provocar daños a las personas o deteriorar las propiedades de los materiales con los que entren en contacto.
Las sustancias tóxicas pueden intoxicar a las personas expuestas, y los gases comprimidos pueden provocar asfixia o intoxicación de las personas trabajadoras en caso de fuga.
Por otra parte, algunos agentes químicos son incompatibles entre sí y cuando se mezclan pueden provocar accidentes.
¿Cuál es el proceso a seguir en la gestión del riesgo?
El documento publicado por el INSST desarrolla todos los puntos mencionados anteriormente.