La Comisión Europea ha publicado el Reglamento (UE) 2023/465 de la Comisión de 3 de marzo de 2023 que modifica el Reglamento (CE) núm. 1881/2006 en referencia a los contenidos máximos de arsénico en determinados alimentos:
- Cereales y productos a base de cereales.
- Harina de arroz.
- Copos de arroz y arroz hinchado en el desayuno.
- Bebidas no alcohólicas con arroz.
- Preparados para lactantes, preparados de continuación, alimentos para usos médicos especiales destinados a los lactantes y niños de poca edad y preparados para niños de poca edad: tanto para los comercializados en polvo como líquidos.
- Alimentos infantiles.
- Zumos de frutas, zumos de frutas concentrados reconstituidos y néctares de frutas.
- Se reducen los niveles máximos existentes del arroz elaborado (arroz pulido o blanco), no sancochado de 0,20 a 0,15 mg/kg peso fresco
- Se establece el contenido máximo de 0,5 mg/kg de arsénico total en la sal, tal y como lo estableció el Codex Alimentarius.
Concretamente, las cantidades de arsénico marcadas en la sección 3 del anexo del Reglamento (CE) núm. 1881/2006, la subsección 3.5 [Arsénico (inorgánico)] se sustituyen por las siguientes:
Pero, ¿qué es el arsénico y qué riesgo representa para la salud de los consumidores?
El arsénico es un metaloide muy extendido que se encuentra de forma natural en bajas concentraciones en las rocas, suelo y aguas subterráneas naturales.
A lo largo de las últimas décadas, sin embargo, la actividad humana ha contribuido a aumentar sus niveles en el medio ambiente debido a las emisiones industriales de la minería, la fusión de metales no ferrosos y la quema de combustibles fósiles, así como por el uso de arsénico como componente de fertilizantes, conservantes de la madera, insecticidas o herbicidas.
Aunque debido a esta actividad industrial se ha generado el riesgo de la exposición cutánea y por inhalación de arsénico, los alimentos y el agua potable siguen siendo las principales vías de exposición de arsénico que ponen en peligro la salud de las personas.
Si nos centramos en la alimentación, el arsénico está presente en muchos alimentos que lo absorben del suelo y el agua. Por ejemplo, el arroz puede absorber más arsénico que otros alimentos y por su elevado consumo, puede contribuir de forma importante a la exposición al arsénico.
Estar expuesto a largo plazo en el arsénico a través del agua para beber y de los alimentos puede causar cáncer y lesiones en la piel. También se ha asociado con efectos sobre el crecimiento, enfermedades cardíacas, diabetes y daños en el sistema nervioso y cerebro.