Según el estudio “The rise in telework: Impact on working conditions and regulations” publicado por Eurofound, el número de personas que hace teletrabajo en la UE se duplica en dos años y alcanza los 41,7 millones en 2021. Este cambio en la forma de trabajar comporta una mejor conciliación de la vida laboral y familiar, más autonomía pero más jornadas laborales pero también un mayor aislamiento.
El estudio ha servido para explorar los cambios en la incidencia del teletrabajo, las condiciones laborales que viven los empleados que trabajan desde casa y los cambios en normativa que aborde cuestiones relacionadas con este acuerdo de trabajo. Las conclusiones revelan una rápida escalada del teletrabajo provocada por la pandemia: en el 2021, 2 de cada 10 empleados europeos estaban teletrabajando, una cifra que probablemente no se habría alcanzado antes del 2027 si no se hubiera producido la pandemia.
Si bien es cierto que en 2022 ha habido un pequeño descenso del teletrabajo, esta tendencia al alza del teletrabajo se reanudará a medida que los desarrollos tecnológicos aumenten el número de puestos de trabajo teletrabajables y las preferencias de los empleados y empresarios se inclinen más hacia el trabajo a distancia.
En estos últimos años, se ha demostrado cómo el teletrabajo puede mejorar las condiciones de vida y de trabajo de los trabajadores, permitiendo equilibrar su tiempo de trabajo con su vida privada y familiar. Esto no sería sólo gracias a la flexibilidad horaria que puede permitir el teletrabajo, sino también porque éste reduce el tiempo de desplazamiento y facilita una mayor autonomía y flexibilidad laboral, sin impacto negativo alguno en la productividad en el puesto de trabajo.
Sin embargo, durante la pandemia surgieron una serie de dificultades para los teletrabajadores, como sentirse aislados y trabajar más horas de la cuenta, mientras que muchos empresarios y directivos se enfrentaron a problemas relacionados con la gestión de equipos, el apoyo al personal y la facilitación del trabajo en equipo y la comunicación. Así, el estudio de Eurofound indica que un enfoque paulatino en el trabajo híbrido puede abordar, al menos parcialmente, muchos de estos retos y el seguimiento de los desarrollos futuros será fundamental para identificar los riesgos y prevenir las consecuencias negativas del teletrabajo.
Otro de los inconvenientes del teletrabajo es que puede haber agravado aún más la grieta salarial y laboral entre trabajadores altamente cualificados y los poco cualificados, ya que se produjo sobre todo en empleos de nivel más alto y mejor pagados, creando desigualdades entre los trabajadores que tienen acceso al teletrabajo y quienes no lo hacen. En este punto, Eurofound remarca que son los responsables políticos quienes tienen un papel importante para implantar una regulación del teletrabajo en Europa y garantizar así una igualdad de condiciones entre quienes pueden teletrabajar y quienes no.