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Alertas y soluciones para el desperdicio alimentario

Según el estudio más reciente publicado por la Oficina Europea de Estadística de la Comisión Europea, Eurostat, en 2020 se generaron en la UE alrededor de 127Kg de desperdicio alimentario por persona. De estos 127kg hasta un 55% fue generado en los hogares, el doble del procedente de los sectores de la producción primaria y de elaboración de alimentos y bebidas (14kg y 23 kg respectivamente). Más concretamente, en el caso de España, los hogares españoles arrojaron a la basura 1.364 millones de kilos/litros de alimentos, una media de 31 kilos/litros por persona.

¿Cómo pueden las empresas reducir el desperdicio alimentario?

  1. Distinguir entre fecha de caducidad y fecha de consumo preferente a la hora de realizar el etiquetado.
  2. Hostelería: facilitar que los clientes se lleven a casa la comida que no han consumido.
  3. La donación de alimentos o redistribución alimentaria forma parte de la estrategia de lucha contra el desperdicio de alimentos, recuperando aquellos alimentos que han salido del canal de la comercialización, y de la solidaridad de nuestra sociedad ante la situación de crisis de los últimos tiempo.
  4. Tener conciencia de que echar comida es como tirar horas de trabajo y dinero.
  5. Trabajar en red con otras empresas e instituciones para aprovechar al máximo la comida.

¿Cómo evitar el desperdicio alimentario doméstico? Aquí os hacemos una lista con algunos consejos:

  1. Distinguir entre fecha de caducidad y fecha de consumo preferente
  2. Planifica las comidas con antelación
  3. Comprueba la fecha de caducidad de los alimentos para así consumirlos antes de que sea demasiado tarde
  4. Piensa en tu bolsillo: tirar comida es como tirar dinero – No hay producto alimenticio más caro que aquel que termina en la basura.
  5. Ajusta la temperatura de la nevera y asegúrate de que está entre entre 1 y 5º. Los alimentos crudos como carne, pescado, pollo, huevos, etc., deben conservarse entre 1 y 5 ºC. La nevera debería estar a 5 ºC en la parte central.
  6. Respeta las indicaciones de la conservación de alimentos indicadas en los envases.
  7. Organiza los alimentos en el frigorífico, el congelador y la despensa de forma que sea más fácil encontrar en primera línea los que hay que consumir primero.
  8. Sirve al plato la comida que hay qué comer y no más de lo necesario para evitar acabar lanzándola.
  9. Si sobre comida podemos aprovecharlo de diferentes maneras: para la fiambrera del día siguiente, para congelar o por otras recetas (ensaladas, pasta, cremas, croquetas, etc.). Lo mismo ocurre con la fruta y verdura demasiado madura o algo pasada: podemos hacer pasteles, batidos o cremas de verduras.
  10. Congela alimentos que estén a punto de caducar o sobres de comida cocinada.
  11. Si tienes un jardín o un huerto, puedes realizar tu propio compostaje con las sobras de comida y así tendrás abono por las plantas.
  12. Llevada la comida que te ha sobrado en el restaurante a casa.

Fuentes de información:

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