Según la Memoria anual sobre la situación de la seguridad alimentaria en Cataluña 2020 publicada recientemente, las enfermedades de transmisión alimentaria (MTA) siguen estando presentes como problema real de salud pública en Cataluña, así como también en el resto de Europa y en todo el mundo. Anualmente, se sigue notificando un número constante de brotes y casos individuales.
El estudio indica que los datos de 2020 se mantuvieron estables, aunque la pandemia de la COVID-19 generó importantes desviaciones de algunos parámetros como por ejemplo los brotes de toxiinfecciones alimentarias que se desviaron ampliamente de los datos habituales de la serie histórica de los últimos veinte años.
En 2020 se declararon un total de 34 brotes de toxiinfecciones alimentarias, un número claramente inferior que supone una caída de más del 50% respecto a los años anteriores (el pico máximo se detectó en 2004 con 185 brotes, seguido de una estabilización con una oscilación entre 67 y 103 brotes en función del año).
Esta reducción drástica del número de brotes de 2020 la podemos asociar a la situación derivada de la pandemia de COVID-19 ya las medidas que se tomaron al respecto como:
- El confinamiento domiciliario entre el 15 de marzo y el 21 de junio de 2020, y las restricciones a la actividad de bares y restaurantes durante todo el año, con períodos de cierre y limitaciones de aforo. Y es que los brotes con origen en la restauración suponen el 47% mientras que los originados en casa sólo el 5,8%.
- La intensificación generalizada de las medidas de higiene en todos los ámbitos.
- La saturación de los servicios sanitarios y un cierto miedo a acudir a los centros de salud en plena pandemia podría haber acentuado la infradetección e infradeclaración de casos y brotes.
Aunque en el 73,5% de los brotes no se ha dispuesto de información concluyente sobre el alimento implicado, el pescado y el marisco, junto con las carnes de aves, siguen destacando como el grupo de alimentos están asociados en mayor proporción de brotes. Como en años anteriores, destaca el pescado, con un claro protagonismo del atún y, en especial, del bocadillo de atún, asociados a brotes por histamina, así como los huevos y derivados, que se asocian a Salmonella y Campylobacter .
Entre los factores contribuyentes, destacan las manipulaciones no higiénicas, deficiencias en las instalaciones y manipuladores infectados.
El análisis de los datos sobre los agentes etiológicos asociados permite observar que, en 2020, el norovirus se sitúa como causa principal de los brotes, con 5 brotes, un número muy inferior al de años anteriores, en concordancia al bajo número de brotes declarados, lo que supone el 14,7% del total de los brotes.