El derecho de las personas a esperar que los alimentos sean inocuos, de buena calidad y aptos para el consumo es un concepto universalmente aceptado.
Sabemos que las enfermedades de transmisión alimentaria y los daños provocados por los alimentos pueden ser graves o mortales o causar efectos negativos a largo plazo sobre la salud humana. Además, los brotes de enfermedades transmitidas por los alimentos pueden perjudicar al comercio y al turismo. El deterioro de los alimentos ocasiona pérdidas, es costoso, supone una amenaza para la seguridad alimentaria y puede influir negativamente en el comercio y en la confianza de los consumidores.
Es en este contexto en el que tiene cabida el conocido Codex Alimentarius: un conjunto de normas alimentarias y textos afines aceptados internacionalmente y presentados de modo uniforme creados con el objetivo de proteger la salud del consumidor y asegurar la aplicación de prácticas equitativas en el comercio de alimentos.
El Codex Alimentarius orienta y fomenta la elaboración y el establecimiento de definiciones y requisitos aplicables a los alimentos para favorecer su armonización y, de esta forma, facilitar el comercio internacional.
Las normas del Codex Alimentarius son sobre todos los alimentos principales destinados a su distribución al consumidor ya sean elaborados, semielaborados o crudos. Además, también deberían de incluirse todas las materias que se utilizan en la elaboración ulterior de los alimentos en la medida necesaria para lograr los fines definidos del Codex Alimentarius.
A su vez, el Codex Alimentarius contiene disposiciones sobre higiene de los alimentos, aditivos alimentarios, residuos de plaguicidas y de medicamentos veterinarios, contaminantes, etiquetado y presentación, métodos de análisis y muestreo, e inspección y certificación de importaciones y exportaciones.
Las directrices, códigos de prácticas y normas del Codex Alimentarius abordan aspectos clave de la seguridad alimentaria, como:
Higiene alimentaria
Se establecen las directrices para la higiene de los alimentos, incluyendo prácticas seguras de manipulación, procesamiento y almacenamiento que ayudan a prevenir la contaminación y reducir los riesgos de enfermedades transmitidas por los alimentos.
Etiquetado de alimentos:
Se establecen normas para el etiquetado de alimentos con el find de garantizar que los consumidores reciban información clara y precisa sobre los ingredientes, la fecha de vencimiento y las advertencias necesarias. Esto ayuda a los consumidores a tomar decisiones informadas sobre los alimentos que compran.
Aditivos alimentarios:
Se regula el uso de aditivos alimentarios con el fin de asegura que no representen riesgos para la salud de los consumidores.
Residuos de plaguicidas:
Se establecen límites máximos de residuos de plaguicidas en los alimentos, asegurando que no se superen niveles seguros para la salud humana.
Contaminantes en los alimentos:
Se establecen límites máximos para diversos contaminantes presentes en los alimentos, como metales pesados, micotoxinas y contaminantes químicos con el fin de garantizar que los alimentos no representen riesgos significativos para la salud de los consumidores.
La Comisión del Codex Alimentarius (CAC) celebró su primera reunión en 1963. Aunque la CAC no se ha reunido todos los años intermedios, 2023 representará 60 años de actividad.